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Idea de negocio digital que surgió de la curiosidad.
Tras tener que entregar un proyecto, tres estudiantes de la Universidad Politécnica Salesiana de Guayaquil, Ecuador, decidieron unir sus conocimientos y pasión por el emprendimiento para crear algo único que promoviera la riqueza cultural de su país. Erick, Génesis y Adriana, estudiantes de Negocios Digitales, conocían bien las riquezas artesanales de Ecuador, un país lleno de tradiciones que a menudo pasaban desapercibidas en el mercado global.
Durante sus estudios, los tres amigos compartían la misma preocupación: la gran cantidad de productos artesanales ecuatorianos de calidad que no lograban llegar más allá de los mercados locales, perdiendo oportunidades de visibilidad y comercialización. Fue así como surgió la idea de crear "Kuri", un negocio que se enfocara en la promoción y venta de artesanías ecuatorianas, con un toque innovador que integrara las tradiciones ancestrales con el diseño moderno.
El Origen de Kuri
El nombre "Kuri" proviene de la palabra quechua que significa "oro", simbolizando el valor invaluable de las artesanías de Ecuador. Los tres estudiantes sabían que las piezas creadas por los artesanos locales eran auténticas joyas de la cultura ecuatoriana, pero no recibían el reconocimiento que merecían. Así que decidieron utilizar las herramientas modernas del marketing, las redes sociales y una plataforma de comercio electrónico para llegar a públicos más amplios.
Su primer paso fue establecer contacto con diferentes comunidades de artesanos de distintas regiones del país: Otavalo, Cuenca, Loja, y la Amazonía ecuatoriana. Ellos querían asegurarse de que cada pieza tuviera una historia única detrás, y que los artesanos pudieran obtener un ingreso justo por su trabajo. Además, decidieron diseñar una línea de productos que fusionara el estilo tradicional con toques contemporáneos, buscando atraer tanto a turistas como a consumidores locales interesados en el arte y la cultura.
El Desafío de Difundir la Cultura Ecuatoriana
Kuri enfrentó grandes desafíos en sus primeros meses. Muchos artesanos eran reacios a vender sus productos fuera de sus comunidades, debido a la falta de confianza en las plataformas digitales y el desconocimiento del comercio en línea. Sin embargo, Paúl, Mariana y Javier trabajaron de cerca con ellos, enseñándoles cómo utilizar la tecnología, explicando los beneficios de un mercado más amplio y asegurándoles que sus productos serían tratados con el máximo respeto.
A medida que Kuri crecía, los tres estudiantes se enfocaron en contar historias detrás de cada producto en sus redes sociales y sitio web. "Cada pieza que vendemos tiene una historia que contar", afirmaba Mariana. "Queremos que nuestros clientes no solo compren un producto, sino que se lleven una parte del alma de Ecuador".
El Impacto y Éxito de Kuri
Con el tiempo, Kuri comenzó a recibir atención de turistas extranjeros que buscaban souvenirs auténticos y de calidad, y también de consumidores nacionales interesados en apoyar el comercio justo y la artesanía local. La tienda en línea se expandió, y la marca se posicionó como un referente de la artesanía ecuatoriana.
Un hito importante llegó cuando Kuri logró establecer alianzas con tiendas de arte en el extranjero, especialmente en países como Estados Unidos y Europa, donde las personas estaban cada vez más interesadas en productos sostenibles y con valor cultural. En cada venta, los estudiantes incluían una pequeña tarjeta con información sobre el origen del producto y el artesano que lo había hecho, creando una conexión emocional entre el comprador y el creador.
Un Futuro Prometedor
Hoy en día, Kuri no solo ha logrado darle visibilidad a las artesanías ecuatorianas, sino que también ha establecido un modelo de negocio sostenible que beneficia tanto a los artesanos como a los emprendedores que lo impulsaron. El impacto positivo en la comunidad local es innegable, y el negocio sigue creciendo, con planes de expandir su oferta hacia nuevas líneas de productos.
El sueño de Paúl, Mariana y Javier es que Kuri sea una plataforma de referencia para dar a conocer la riqueza artesanal de Ecuador, promoviendo un comercio justo, transparente y que respete la tradición, pero siempre innovando para que la artesanía ecuatoriana siga llegando a todos los rincones del mundo.
Con el esfuerzo, la dedicación y el amor por su cultura, los tres estudiantes no solo construyeron un negocio, sino un puente entre el pasado y el futuro de Ecuador.